Un vendaje se realiza mediante una venda para
envolver una parte del cuerpo. Tienen una serie de propósitos: se utilizan para
sostener apósitos sobre heridas, para controlar la hemorragia, apoyar e
inmovilizar miembros heridos y reducir la hinchazón.
Hay tres tipos principales de vendaje:
Vendaje
enrollados (o elásticos), que fijan el apósito y apoyan los
miembros heridos.
Vendajes
tubulares, que aseguran los apósitos sobre dedos de manos y pies o
sostienen articulaciones heridas.
Vendajes
triangulares, hechos habitualmente de tela, y utilizados
como cabestrillos o grandes vendajes, para asegurar apósitos y para inmovilizar
extremidades.
REGLAS GENERALES PARA EL VENDAJE:
ü Procure
que el afectado este cómodo, en posición adecuada, sentado o acostado.
ü Mantenga
siempre la parte herida apoyada. Esto lo puede hacer el afectado o un ayudante.
ü Trabaje siempre
delante del afectado y, si es posible, desde el costado herido.
ü Si el afectado esta
acostado, pase los vendajes por debajo de los huecos naturales que deja el
cuerpo en tobillos, rodillas, cintura y nuca.
ü Luego
deslice el vendaje hasta situarlo en su posición desplazándolo por debajo del
cuerpo.
ü Para
vendar la cabeza o la parte superior del torso, meta un vendaje por el hueco
que forma la nuca y deslícelo hasta situarlo en su lugar.
ü Aplique
los vendajes con firmeza, pero no impida la circulación.
ü Si
fuera posible, deje expuesto los dedos de manos y pies, de la extremidad
vendada. Para poder comprobar después la circulación.
ü Utilice
nudos rizo plano (cuadrados) para atar
los vendajes. Procure que los nudos no causen incomodidad y no ate el nudo
sobre una zona huesuda. Esconda los extremos bajo el nudo si fuera posible.
ü Compruebe
con regularidad la circulación de la extremidad vendada, por si fuera necesario
aflojar el vendaje.
Antes de aplicar un vendaje asegúrese de que
está bien enrollado y es de la anchura
adecuada. Diferentes partes del cuerpo necesitan distintas anchuras de vendaje. Recuerde que es mejor que este
sea más ancho que estrecho. Los vendajes enrollados mostrados aquí son los
tamaños recomendados por un adulto.
COMPROBAR LA CIRCULACIÓN:
Tiene que comprobar la circulación de una mano o un
pie inmediatamente después de vendar una extremidad y luego cada 10 minutos,
hasta que llegue el médico. Volver a comprobar la circulación es vital por que
las extremidades se hinchan después de una herida y el vendaje puede estar
apretado e impedir la circulación. Los síntomas cambiaran a medida que se vean
obstaculizadas primero las venas y luego las arterias que suministran el
oxígeno.
Reconocimiento de una circulación defectuosa
Inicialmente, puede haber:
ü Una extremidad hinchada y congestionada.
ü Piel azulada de distensión dolorosa.
Más tarde, puede haber:
ü Piel pálida y entumecimiento.
ü Hormigueo, seguido profundo dolor.
ü Incapacidad para mover los dedos de manos y pies.
1.- Apriete una uña o la piel de la mano o del pie,
hasta que palidezca. Si, al soltar la presión, no recupera el color o regresa
lentamente, el vendaje puede estar muy apretado.
2.- Afloje los vendajes apretados desarrollando los
suficiente como para que regrese el calor y el color a la extremidad. El
afectado puede notar una sensación de hormigueo. Vuelva a aplicar el vendaje si
fuera necesario.
APLICAR UN VENDAJE ENROLLADO:
- Una vez
que el vendaje está parcialmente desenvuelto, la parte enrollada se
llama “Cabeza” y la desenrollada
“Cola”. Al vendar, mantenga la cabeza en la parte superior.
- Colóquese
delante del afectado, frente a su lado herido.
- Mientras
trabaja, sostenga la parte herida en la posición en que quedará después de
aplicar el vendaje.
- Compruebe
la circulación más allá del vendaje, especialmente al usar vendajes
adhesivos que se moldean a la forma de la extremidad y quedan apretados si
esta se hincha.
1.- Coloque
la cola del vendaje por debajo de la herida y, trabajando desde el lado
interior de la extremidad hacia fuera, efectúe dos giros directos con la cabeza
del vendaje para sujetar la cola en su lugar.
2.- Efectúe una serie de giros en espiral, envolviendo
desde el interior hacia el exterior de la extremidad, y subiendo por esta.
Asegúrese de que cada giro cubre entre la mitad y dos terceras de la capa de
vendaje anterior.
3.- Termine un con un giro directo y asegure el
extremo. Si el vendaje es demasiado corto, aplique otro de la misma forma para
ampliarlo.
4.- Compruebe con regularidad la circulación hasta
la extremidad del miembro herido. Si el vendaje estuviera muy apretado
desahógalo parcialmente y aplíquelo más flojo.
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